Sequedad ocular y su tratamiento
La sequedad ocular y el síndrome de ojo seco (SOS) son muy habituales. SOS es aquella situación en la que la película lagrimal no conserva su estabilidad.
Normalmente no hay una sola causa. Puede haber factores externos, no dependientes del ojo, que aumentan la evaporación de la lágrima (contaminación, sequedad del ambiente, uso de lentillas, ordenadores, algunos medicamentos…).
Los factores internos dependen del ojo: alteración del parpadeo o de la composición de la lágrima, disminución del reflejo de producción de lágrima, ciertas patologías…
Aunque el problema de sequedad puede presentarse a cualquier edad, el prototipo de paciente con ojo seco es el de una mujer peri- o post-menopáusica o un varón de mediana edad que se presenta en la consulta del oftalmólogo u optometrista refiriendo dolor de superficie ocular crónico y sensación de cuerpo extraño.
Aunque los síntomas pueden variar durante el día, los pacientes presentan dolor constante y son relegados a pensar en sus ojos todo el día, lo que hace más difíciles tareas que de otro modo serían rutinarias. Actualmente el tratamiento con lágrimas artificiales constituye casi un 80% de la terapia, y las hay con distintas composiciones y viscosidades.
En Gil Optics podemos recomendarte qué tipo usar, o derivar al oftalmólogo si es necesario. A destacar la importancia del cumplimiento de las pautas de tratamiento, y no esperar a sentir molestias para aplicar la lágrima artificial, ya que son muy habituales las repetidas visitas a las consultas por las molestias oculares en las que se reconoce no haber seguido las pautas prescritas.