Hemos empezado el año despidiéndonos de forma inesperada de todo un referente musical y artístico: David Bowie, el camaleón de mirada inquietante.
Uno de sus signos de identidad eran sus ojos de distinto color.
Esto se conoce como heterocromía, que es una condición anatómica en la que los iris de los ojos de una persona o un animal son de colores diferentes. Esta condición también puede afectar al color del pelo o de la piel, pero es más común en los ojos.
La heterocromía ocurre cuando una persona o un animal tiene demasiada o muy poca melanina (pigmento) en el cuerpo y suele ser congénita, aunque en algunos casos puede ser causada por alguna enfermedad o trastorno (enfermedades congénitas raras, uveítis o administración de algunos fármacos oculares).
En el caso de Bowie, sin embargo, se trata de una condición adquirida, pues recibió un puñetazo en su adolescencia que le causó secuelas, pérdida de visión, una pupila permanentemente dilatada, y el color de su iris azul se tornó grisáceo. Esa mirada inquietante se nos ha ido para siempre, pero siempre nos quedará el legado de su música.
Nota: Imagen ”Bowie´s Eyes, revisited” por hauntedpalace, utilizada bajo licencia CC BY.